Más vale aprender de los errores ajenos que esperar a cometerlos uno mismo. Y más si hablamos de un oficio que abarca tanto y que es tan complejo. Para dar un buen uso a la escritura , el escritor debe aprender algo distinto sobre su trabajo cada día. Y qué mejor enseñanza puede haber que las impartidas por los mejores escritores del mundo. De escritores para escritores:
1. Vive una escena, no te limites a escribirla.
No utilices el camino fácil en tus descripciones, lo único que conseguirás será privar de intensidad y realismo a tu obra. Utiliza la magia de las palabras, el doble sentido, las metáforas… Recurre a tus herramientas narrativas y haz buen uso de ellas. Hay muchas formas de contar algo, por el camino fácil y predecible no es el aconsejado. Estimula tu mente antes de escribir e intenta imaginar aquello que quieres narrar. Un escritor debe crear sensaciones con sus palabras.
-No me digas que la luna brilla. Muéstrame el brillo de la luz en el vidrio roto.
Anton Chekhov
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2. Tu decides.
En demasiadas ocasiones las opiniones ajenas pesan más que las nuestras, dejando que tu talento e inventiva dependa del criterio de otra persona. Haz caso omiso a lo que te digan. Es tu arte, tu historia. Medita con sabiduría las opiniones constructivas sobre tu libro, pero no olvides que la última palabra la tienes tú.
-Escribe sobre lo que quieras. Nadie dijo antes que Harry Potter se publicara: «oh, debería haber un libro sobra Harry Potter». Sabes que podrás contar una buena historia sobre ello. Así que, no dejes que nadie te diga sobre lo que tienes que escribir. ¡Tú mandas!
Philip Pullman
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3. No decepciones al lector.
Si destacas algún elemento durante la narración, úsalo. No dediques tiempo extra a describir elementos que no son importantes para la trama, despistarás y decepcionarás. Debes elegir a qué dedicas las palabras en tu narración. No desperdicies frases con información superflua, ni inviertas poco tiempo en lo que realmente importa.
-Si en el primer acto tienes una pistola colgada en la pared, entonces en el siguiente capítulo debe ser disparada. Si no, no la pongas ahí.
Anton Chejov
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4. Siente cada palabra.
Escribir consiste en abstraer la mente, concentrarte en lo que tienes delante y dejar que toda tu creatividad fluya. Se debe escribir con pasión, con emoción y con ilusión. Siempre y cuando quieras que tus resultados sean tomados en serio.
-Escribir no es complicado. Te sientas delante de la máquina de escribir y sangras.
Ernest Hemingway
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5. Escribe, escribe, escribe.
No sólo basta con volcarse en lo que hacemos, sino hacerlo con constancia y ritmo. A escribir se aprende escribiendo. Después de escribir diez mil palabras las siguientes diez mil serán mejores que las anteriores.
-Cantidad produce calidad. Si solo escribes algunas cosas, estás condenado.
Ray Bradbury
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6. La imaginación no atiende a normas.
Muchas buenas historias se desperdician cuando se tienen en consideración estos aspectos. No te preocupes si a uno no le gusta.
-No existes los libros morales o inmorales. Los libros están bien escritos o mal escritos. Eso es todo.
Oscar Wilde
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7. Deja pistas para hacer que el final sea espectacular.
Comienza tu historia con pistas sobre el desenlace, haciendo que poco a poco vaya cobrando sentido.
-El primer párrafo es el último disfrazado.
Richard Peck
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8. Haz que tus personajes cobre vida.
Este recurso es muy efectivo. Interpreta a tus propios personajes y lee sus diálogos en voz alta. Haz las correcciones que necesites hasta que la conversación quede natural y realista.
-Si estás utilizando el diálogo, dilo en voy alta mientras lo escribes.
Jonh Steinbeck
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9. Invita al lector a entrar en tu mundo.
En el momento en que escribas las primeras frases de tu obra estarás creando tu propio mundo, espacio o realidad. Haz de la lectura una experiencia. No esperes a que el lector adivine dónde está, debes dejárselo claro desde el principio.
-Las promeras oraciones son puertas a mundos.
Ursula K. Le Guin
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10. El talento no es determinante.
La excusa más común que frena a los escritores es esa de: “es que yo no tengo talento” o “es que yo no sirvo para esto”. Puede que sea cierto y necesites sudar para escribir algo medianamente decente. Pero, ¿y qué? Si te gusta escribir, si eres feliz escribiendo, si disfrutas escribiendo… entonces escribe. Da igual cómo se te dé, da igual que no tengas un don o la misma facilidad que otras personas. Una mala excusa nunca debería frenarte.
-Me llevó quince años descubrir que no tengo talento para escribir. Pero no pude dejar de hacerlo, pues para ese entonces yo ya era demasiado famoso.
Robert Benchley