Hemos terminado nuestra obra, hemos puesto el punto final ¿Cuál es el primer pensamiento que nos viene a la mente? Llevarlo a nuestro editor a que lo maquete, le diseñe una cubierta y ¡a imprenta! estando en unas semanas en las librerías.
Este pensamiento el cual no es poco habitual está en la mente de todos los que habéis escrito un libro, sin saber las herramientas que se disponen para hacer de nuestro libro una obra de calidad.
Hoy vamos a hablar de los correctores literarios y de la importancia que tienen a la hora de publicar un libro. El corrector literario no solo corrige, sino que también ve nuestros puntos fuertes para potenciarlos, y nuestros puntos débiles para mejorarlos. Tenemos que ver al corrector literario como una herramienta de trabajo, así que cuanto menos benevolente y mas critico sea, mejor.
En este punto tenemos que diferenciar dos grandes perfiles de correctores literarios que hay: El corrector ortográfico, aquel que analiza y detecta fallos ortográficos y gramaticales, y el corrector de estilo, tiene que entender nuestra obra y a nuestros personajes, lo que quieres trasmitir al lector en tus palabras y situaciones, pero sobre todo, y lo mas importante, es que sea objetivo con la obra y con el escritor.
Jamás hay que llevarse por el orgullo y creer que acudir a un profesional es “ensuciar la obra con palabras que no son las propias haciendo que la obra no sea original”. Hay que saber que una obra se puede mejorar y que hay un amplio abanico de profesionales que tienen las herramientas y los conocimientos necesarios para hacerlo posible y quizá, sin ellos, no se podría conseguir.
Hay que pensar que la lectura por un corrector literario es nuestra primera lectura crítica haciendo un control de calidad de la obra, se debe dejar aconsejar y seguir las pautas que nos pudieran dar en esa primera lectura de nuestro libro.
Que la editorial en la que se vaya a publicar dispongan de correctores literarios puede ser de gran ayuda, y sabremos que nuestra obra saldrá al mercado con un valor añadido. En Azur Grupo Editorial así es, sabiendo que la calidad de la misma será optima.
¿Por qué es fundamental que tu obra la valore y corrija un profesional? ¿Qué pueden aportar a tu obra una corrección ortotipográfica y de estilo? ¿Y una corrección integral? Si te apetece saberlo te animamos a seguir leyendo.
¿Has escrito una obra que parece tener sentido y quieres compartirla? ¡Enhorabuena!, has hecho el trabajo más difícil, eres ESCRITOR.
Creemos que escribir es tener una idea, madurarla y desarrollarla. Si en este momento sigues pensando en publicar, te va a llevar unos meses si quieres hacerlo bien.
Afirmamos, como profesionales del mundo editorial, que es totalmente necesaria una valoración y corrección como parte del proceso, y te explicamos por qué.
Nuestro primer consejo es que des tu obra a un pequeño número de personas para que la lean por gusto y puedan hacer críticas que sepas encajar de forma constructiva. Es decir, a todos nos gusta recibir halagos, pero si no nos dicen las cosas a mejorar, este punto sirve de muy poco o nada. Para ello debemos ser conscientes que todos tenemos algún punto a mejorar. No olvidemos que nuestro objetivo es que nuestro escrito guste al público.
En este paso, y con las mejoras realizadas, es el momento de enviar tu obra a un equipo de profesionales que la puedan VALORAR. Es importante que en la editorial con la que vayas a trabajar te hagan una primera lectura con personas cualificadas en la materia. En el informe que te remitan debería constar algo importante para ti, como pueden ser las características de tu obra, estructura, puntos fuertes y débiles a mejorar, sugerencias de corrección, calidad objetiva del texto, opinión profesional del escrito… No olvides que este paso es de vital importancia, y es aquí donde un experto debe ayudarte para que tu obra sea publicable.
Te encuentras en el momento donde debes escoger siempre hacer una corrección de tu obra. No, no queremos decir que tengas faltas de ortografía, pero si no eres filólogo, este es un buen momento para dejar tu manuscrito en manos de uno. Este trabajo podría ser realizado por otras personas, ahorrarían trabajo al corrector profesional, pero nunca lo sustituirán. Esta persona dejará tu obra acabada para que cualquier librería pueda aceptar tu libro, de modo que no lo rechacen por no verlo terminado de forma profesional.
La corrección ortotipográfica es absolutamente necesaria e imprescindible. Por definición, si eres escritor, deberías tener cero faltas de ortografía, pero a todos se nos puede escapar alguna. Por ello es imprescindible este tipo de corrección.
Mejoras que persigue la corrección ortotipográfica:
o Fijar la ortografía a las normas que establece la Real Academia Española. Tildes, abreviaturas, símbolos, guiones de diálogos, etc.
o Detectar y corregir los errores ortográficos que pueda tener el manuscrito.
o Unificar criterios o “estandarizar” el texto en aquellas cuestiones que escapan a la normativa vigente, como el mal uso de cursivas -itálicas-, el entrecomillados o negritas.
o Se detectan páginas huérfanas, palabras viudas, repetición de palabras o sílabas, sistema de márgenes, saltos de línea, tipo de letra, foliación, etc.
o Revisión del sumario y su correspondencia con la obra.
Corrección de estilo (o corrección estilográfica)
Cada autor tiene su propio estilo, marcado principalmente por su educación, nivel sociocultural y su procedencia. Sin embargo, el estilo no siempre lo va a marcar el autor, y pulirlo nunca está de más.
o Reformular oraciones confusas o erróneas en un lenguaje claro y estructurado.
o Reparar lagunas oracionales en busca de una mayor precisión.
o Ajustar las concordancias.
o Garantizar que cada término cumple correctamente su función gramatical en la frase.
o Estructurar las oraciones mediante una correcta puntuación.
o Reparar errores léxicos.
o Eliminar repeticiones, redundancias y cacofonías.
o Ajustar la puntuación de cara a conseguir una mayor precisión discursiva.
o Todo aquello que contribuya a embellecer y armonizar el texto.
Corrección integral
Es una revisión que busca redondear la obra de tal forma que no quede ningún punto flaco en ella. Para ello, hay que buscar las partes que puedan sobrar o faltar, y afianzar las que funcionen mejor, con el fin de que el libro dé lo mejor de sí.
Recuerda que corregir es de sabios y que la interacción no está reñida con ser un buen escritor. Esperemos te hayan sido útiles estos consejos y explicaciones sobre la valoración, corrección ortotipográfica y de estilo, corrección integral y por qué es fundamental hacerla siempre con profesionales. Y a ti, ¿Cuál es el error más grave que te han detectado?
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