¿Por qué decidiste crear: «Relato de un viajero»?
– Era un sueño antiguo, en las conversaciones con mi padre me hablaba de una viaje a la Habana en un vapor correo y una lámpara que se movía en el comedor con el balance. la emigración transformada en un relato narrado a través de unos personajes que van cobrando vida y que cada lector asimila en sus propias vivencias. En mi mente vagaba la historia de mi abuelo con sus hijos en el viaje.
-¿Te inspiraste en otras obras para crear la tuya?
– No, me encantan las obras de don Benito pero el relato del viaje era inexistente cuando lo redacté el año pasado y me sirvió para buscar decorados narrativos y en cada capítulo me inventaba a mi mismo para poder seguir adelante. El viaje a Cádiz en barco lo he realizado varias veces.
¿Dirías que tu obra se basa en vivencias tuyas?
– Un lector del relato que me conoce y que suele viajar a la calle Fuencarral en Madrid ya me lo ha preguntado, los escenarios por donde transcurre la acción los conozco. Soy marino mercante y un poco los maquinistas de las locomotoras actúan como los compañeros de las salas de máquinas, siempre atentos y valiente en su consecución. Estudié en Madrid y he hecho el viaje en el tren correo antiguo de Madrid a Cádiz.
-¿Tú vida ha cambiado desde que decidiste crear tu libro?
– Si, mis sueños se transforman en personajes que les quiero dar vida a través de escenarios reales. La compañía de la editorial me ha ayudado a realizar este proyecto literario.
-¿Cómo piensas que tu libro actuará en sus lectores?
– Les suelo preguntar y ver como cada escenario lo interpretan de acuerdo a sus vivencias y les hacen soñar. Ayer un amigo me comento que había leído varios capítulos en un vuelo a Hamburgo. Una compañera de mi ciudad me preguntaba si la féminas actuaban así en el siglo XIX y le comenté que siempre han habido verdaderas mujeres adelantadas a su época, como las damas sanitarias que se tardó tiempo en reconocer o los médicos embarcados solucionando verdaderos problemas. Creo que sí.