-Sabemos que Pactum empezó siendo un juego de mesa, ¿por qué decidisteis crear este libro? ¿Qué os motivó a llevar a cabo este proyecto?
En efecto, Pactum es un juego de mesa, luego vino la novela, no obstante, nuestra intención era ir más allá, hacer algo diferente. Crear el juego fue un proceso muy complejo pero finalmente lo logramos. La novela era necesaria para plasmar y darle vida a todo el proyecto, al universo Pactum. Nosotros teníamos claro, desde el principio, que no bastaba con publicar un libro o crear un juego. El juego tenía que estar, necesariamente, respaldado por una historia increíble que, incluso, pudiera ser real, el uno no puede existir sin la otra, y ahí reside la complejidad de todo el proyecto. Nuestra máxima aspiración siempre ha sido crear algo de la nada que perdure en el tiempo.
-Escribir un libro de por sí, es difícil, conlleva mucho tiempo y esfuerzo, pero vosotros además sois dos. Al ser dos autores, ¿Os ha resultado fácil crear este libro y sobre todo expresar todo de manera conjunta?
Si hay una palabra que no encaja en el universo Pactum es «fácil», al contrario, todo lo que rodea a pactum es sumamente complejo. Tanto el juego como el libro nos han generado verdaderos quebraderos de cabeza y mucha ansiedad, temíamos no estar a la altura. A modo de ejemplo, te voy a contar cual es el verdadero secreto de nuestra novela, lo que, en nuestra opinión, la hace diferente. Siéntate en una mesa con una hoja en blanco y un lápiz e intenta escribir una historia larga sin tocar ninguno de estos temas: Experiencias Personales, Biografías, Historia, Religión, Ciencia ficción, Hechos reales, Política, Sucesos… ahora dime que te queda. En este sentido, en esta historia, la colaboración de los dos autores ha sido necesaria, vital, de otro modo hubiera sido imposible hacerlo.
-¿Es verdad que habéis podido probar una teoría física con Pactum, La historia?
Ese es un tema muy interesante y verdaderamente curioso que nos ha reportado una satisfacción personal, al margen de la novela propiamente dicha, extraordinaria, y, en consecuencia, nos vamos a pronunciar. Cuando escribimos Pactum, la historia, lo primero que pensamos es que había que darle un trasfondo científico, real, a toda la historia, porque la amenaza de una realidad tangible es lo que verdaderamente te pone los pelos de punta. Y en ese sentido, nosotros defendimos una hipótesis, basada en la física cuántica, de la que nunca antes habíamos oído hablar, incluida la comunidad científica, pero que era tan simple y original, que podía funcionar. Cuando una noche, por casualidad, recibí un artículo de unos científicos estadounidenses cuyas teorías e investigaciones podrían probar y justificar los hechos acaecidos en nuestra historia, sencillamente, no lo podía creer, me dio un vuelco el corazón y llamé inmediatamente a mi hermano, eran las tres de la mañana. Y en cuanto dijimos que nos íbamos a pronunciar, lo vamos a hacer. Nosotros pensamos que en un futuro, la ciencia demostrará que Pactum puede ser un libro de no ficción, por eso hemos incluido este género en la respuesta anterior.
-En vuestro libro decís que quién resuelva el enigma ganará un premio, ¿pensáis que se podrá resolver? ¿Os han llegado ya posibles respuestas válidas?
Así es, por averiguar el enigma que encierran sus páginas hay un premio, una recompensa, que parte de los 500 euros y se va incrementando en función de los libros vendidos. En lo referente a su solución, nosotros pensamos que es relativamente sencilla, lo verdaderamente complicado es servirse de las herramientas adecuadas para resolverlo, es decir, prescindir de lo superfluo y utilizar la lógica y el sentido común, a nuestro entender, las cualidades más preciadas del ser humano. Las partidas de Pactum, por ejemplo, se resuelven con esta fórmula, todo el universo Pactum se rige por la lógica y el sentido común. Y no, las personas que lo han leído, algunas muy inteligentes, no han sabido resolverlo, pero en fin, en ocasiones la imaginación supera todo lo inimaginable.
-Además, veo que si nadie puede resolver el enigma se destinará todo el premio a la asociación ASPROMIN (asociación pro personas con discapacidad intelectual), ¿por qué elegisteis esta asociación? ¿Algo en especial?
Exacto, a título personal nuestra mayor ilusión era colaborar con alguna entidad y ofrecerles nuestra ayuda. El proyecto Pactum carecería de sentido si solo se hubiera reducido a un libro y un juego, desde esta perspectiva, con nuestras creaciones tenemos la potestad absoluta de gestionar las donaciones garantizando una transparencia y honestidad absoluta y publicando cualquier acto relacionado con ello para que el público en general sea testigo y disfrute tanto como nosotros. Y en cuanto al misterio, finalmente, si nadie lo resuelve, el bote acumulado irá íntegro a ASPROMIN (Asociación pro disminuidos psíquicos de Alcoy). Además, siempre que se venda un juego o un libro, parte de esos beneficios Irán destinados a ellos, de hecho, ya hemos hecho posible algunas donaciones. Elegimos ASPROMIN después de hablar con nuestro ayuntamiento y barajar posibles instituciones. Nosotros vivimos cerca de sus instalaciones y desde pequeños los hemos podido seguir, observar, y hasta convivir con ellos, existe un vínculo con estas personas que vamos a intentar mantener hasta el fin de nuestros días, fisiológicamente hablando, hasta que muramos, y nuestra esencia pase a formar parte de nuestra propia creación, de nuestro propio universo.