Aunque el título vaya dirigido a escritores noveles, seguramente sean buenos consejos para cualquiera que escriba, ya sean novelas, poesía, cuentos infantiles… Estos consejos no dejan de ser directrices compartidas a partir de la experiencia y como tales, no van a misa. Nadie tiene las claves sobre cómo escribir un libro o cómo convertirnos en escritores. Pero, a través de las vivencias de los demás, podremos empezar a crear nuestro propio camino. Por eso: escuchemos, compartamos, no desechemos nada, porque la cosa más mínima, puede ganar importancia en los momentos claves de nuestra carrera como literatos.
1. No te pongas presión
Las cosas hechas con prisa nunca han sido buenas. Por eso escribir con prisa o presión tampoco es una decisión acertada. Muchas cosas influencian nuestro trabajo: la calidad, tener un estilo y explotarlo, tener una madurez suficiente para abordar los temas de nuestra novela con profundidad. Todos estos factores implican tiempo, oficio y aprendizaje. No nos reflejemos en la visión idílica del escritor bohemio que escribe de noche bajo el efecto de la musas. Para escribir bien hay que leer mucho y reescribir más.
2. Escribe sobre cosas que conozcas
Cuanto más conozcas de un tema, más fácil te va a ser escribir sobre él. Seguro que tienes muchas cosas que contar, así que comienza por escribir lo que conoces antes de hacerlo en algo que no. Si escribimos una historia sobre el maltrato animal en Latinoamérica y nunca hemos estado allí, no conocemos a nadie que nos pueda explicar esa circunstancia… será muy difícil que nuestra novela sea creíble. A veces crear mundos imaginarios o futuros es más sencillo que los reales.
3. Ve siempre con un bloc de notas bajo del brazo
Ya sea digital o el típico bloc de notas de toda la vida, es imprescindible para no dejar escapar cualquier idea que te llegue a la mente estando en el metro, trabajando o haciendo la compra. Da igual si la idea parece tonta o surgen en un mal momento para apuntarla, un ítem sin importancia de hoy puede ser la clave para cerrar brillantemente una futura historia.
4. Sal a la calle, observa tu alrededor y escúchalo
Escuchemos las historias de nuestros a amigos, las conversaciones en la playa o sentados en un parque. Prestemos atención a qué se cuenta, y sobre todo, cómo se cuenta. Son una gran fuente de tramas, expresiones, vocabulario, recursos para reflejar el habla de un tipo de personas.
Otra gran fuente de historias es la prensa. A diario se cuentan situaciones que superan cualquier idea imaginada. Aprovechémoslas, construyámoslas de nuevo, démosles una vuelta. Escribamos, escribamos, escribamos. El tiempo nos traerá grandes textos.
5. Fórmate.
Esta última es obvia. Hay mil cursos de narrativa, de escritura, de cuentos o de novela. A veces la teoría es tan necesaria como la práctica. Si os preguntamos sobre conceptos como focalización, diégesis o voces miméticas ¿os suena a chino? Si es así, ¡a formarse!
¿Qué otros consejos crees que son importantes para los escritores noveles? Déjanos tu comentario.