¿Quieres crear un cómic, una novela o cualquier tipo de libro? ¿Qué te parece si repasamos algunas lecciones que de seguro te ayudarán?
Stan Lee es uno de los nombres clave de la historia de Marvel. Fue escritor, pero también editor en jefe y presidente de Marvel Comics.
Pero, además de ayudar a apuntalar una empresa muy poderosa, del trabajo de Lee se pueden aprender unas cuentas lecciones sobre escritura.
Escribir es un trabajo
Todas sus historias tenían detrás un punto de partida crucial: necesitaba dinero para poner la cena a la mesa y tener un trabajo. Lee dejaba claro que escribir era un trabajo y que por tanto no había que sentarse a esperar a que las musas llegasen.
El escritor tiene que leer
Un escritor antes que nada es un lector. Stan Lee recomendaba leer a los clásicos y leer mucho. Era la manera de aprender el oficio. Entre los autores que Lee empezó a leer cuando era un niño estaban Arthur Conan Doyle, Edgar Rice Burroughs o Mark Twain.
“El único consejo que puedo dar es, si quieres ser escritor, escribe. Y lee mucho, lee todo lo que puedas”.
-. Stan Lee.
Encuentra lo que hace que tus personajes destaquen sobre los demás y lo que funciona como fuerza dramática
Pensar que los personajes que protagonizan una historia van a ser completamente diferentes a todo lo que se ha hecho hasta el momento no es muy realista. En la literatura, se podría decir que está todo inventado. Al final, lo que se escribe son historias que parten de arquetipos literarios que se han ido repitiendo a lo largo de los siglos. Lee reconocía que por mucho que lo intentes, tus personajes tendrán en común cosas con otros. Por ello, en lugar de obsesionarse con esa cuestión hay que encontrar qué es lo que hace que ese personaje no sea realmente como los demás y centrarse en ello.
«El personaje icónico debe tener algunas cualidades únicas que sean diferentes de los otros personajes, y eso hace que él o ella sea icónico. Y ese personaje mítico debe tener alguna cualidad que haga que el lector se preocupe por el personaje. Así que, detrás de todos los súper poderes, los trajes y lo demás, tiene que haber un ser humano por el que podamos sentir empatía y al que queramos que las cosas le salgan bien. Y por supuesto, a medida que se desarrolla la historia, al personaje no le salen las cosas bien y por eso nos preocupamos y nos interesamos, y deseamos que haya un final feliz»
-. Stan Lee.
Tus personajes tampoco tienen que ser perfectos. De hecho, parte del secreto de sus historias de superhéroes estaba en que estos también tenían inseguridades y fallos y eran más humanos. Era algo que hasta que Stan Lee no lo empezó a hacer no era habitual.
“Si elaboras un personaje poderoso, sin ninguna vulnerabilidad, no creo que sea tan interesante para el lector”.
-. Stan Lee.
Igualmente, y para que la historia avance, es importante encontrar qué es lo que hace que se produzca el choque dramático, cuál es el conflicto que funciona como motor de la historia.
“Es necesario inyectar un poco de filosofía o de algo para que el lector pueda reflexionar cuando lea las historias”.
-. Stan Lee.