Una de las exigencias que el género policíaco requiere del escritor es la de poseer la habilidad para implicar al lector en la trama en la que lo ha introducido, esto es, lograr que se convierta en detective.
La novela policíaca es mucho más que una simple historia. Es un juego entre el escritor y el lector, un reto que el primero lanza al segundo y en el que ambos compiten con las mismas reglas. De modo que conseguir que el lector acepte ese reto y se meta de lleno en el juego que el escritor le propone es el primero de los mandatos que el novelista debe cumplir.
1º Empieza por el final:
Aunque parezca raro, la mejor manera de escribir novela policíaca y conseguir que el misterio que estás proponiendo al lector funcione sin problemas es comenzar por el final, es decir, por la solución del enigma y, a partir de ahí, trabajar hacia atrás.
Para lograr esto, debes tener muy claro estos tres puntos:
- Quién es el asesino.
- Cómo cometió el crimen.
- Y por qué lo hizo.
A partir de ellos, imagina cómo se las ingenió el asesino para cubrir su pista, los errores que cometió al hacerlo (sí, el asesino siempre comete algún error), la coartada que se ha preparado, ¿alguien que lo ha visto? etc. De este modo, una vez que tienes bien trazado el camino que ha seguido el asesino, puedes sacar a escena a tu detective.
«Siempre conozco el final del misterio antes de empezar a escribir. La tensión debe mantenerse a lo largo de toda la novela y no debe haber demasiados interrogatorios tediosos. P.D JAMES.»
Este modo de trabajar es mucho más fiable para el escritor, porque le da una visión general de lo que ocurrió en realidad y de lo que el asesino pretende hacer creer que sucedió, y también porque, siguiendo este modo de trabajo, el escritor siempre caminará por la senda que le interesa: la de justificar con lógica la solución al enigma y todos los problemas que le han rodeado: todos esos detalles que hay que tener en cuenta para que cada hilo de la historia pueda anudarse al final y terminar en una resolución el enigma que satisfaga la inteligencia del lector.
El hecho de que conozcas con toda exactitud el punto exacto al que te diriges antes de que comiences a escribir te allanará el camino a la hora de introducir las pistas que el detective debe descubrir. Escribir novela policíaca de atrás hacia delante es la forma más eficaz de lograr una historia en la que todo cuadre con lógica.
2ºLa solución al misterio no se debe revelar, se tiene que comprender.
La clave para escribir novela policíaca que satisfaga al lector es hacerle creer que será capaz de descubrir al asesino antes de que lo haga el detective. Por supuesto, el trabajo del escritor consiste en evitar que lo consiga, pero siempre haciéndole creer que puede lograrlo.
La clave para escribir novela policíaca con éxito consiste, pues, en que los dos jugadores tengan las mismas oportunidades para solucionar el misterio. El detective debe llegar a la verdad a través de un proceso lógico que sea accesible también para el lector.
Esto es, el lector debe comprender la solución al misterio después de seguir las pistas que se han dado. Revelársela no es satisfactorio para él; hacérsela comprender, sí.
3ºDebes crear buenas pistas.
hora bien, alcanzar ese final que satisfaga al lector porque sea lógico y porque él haya contado con los instrumentos necesarios para resolverlo depende de las pistas que incluyas en tu historia y de la forma en que las sitúes y el lugar en el que lo hagas.
Por supuesto, escribir novela policíaca placentera para el lector no consiste en ponérselo fácil, sino todo lo contrario, en ponérselo difícil pero accesible, de manera que al final sea él quien se diga que el “culpable” de no haber vencido en el juego propuesto es él mismo porque no se percató de que la solución al crimen estaba ahí mismo, ante sus ojos.
Es decir, escribir novela policíaca que produzca satisfacción reside en colocar las pistas de manera que estén a disposición del lector, pero también de forma que le pasen desapercibidas.
La importancia de presentar pronto al asesino
Este punto afecta igualmente al asesino en lo que se refiere a su presentación. Una de las reglas básicas a la hora de escribir novela policíaca es la de introducir al asesino en las primeras páginas.
El escritor no puede esperar a mitad de la historia para hacerlo. Ten en cuenta que, desde el preciso instante en que el lector abre el libro, está “mosqueado”. Mosqueado en el sentido de que sospecha de todo. Hacia mitad de la historia, ya se ha ido haciendo una idea y, si es entonces cuando introduces al asesino, el lector no le dará la misma importancia que tendría de haber sido presentado antes.
¿Tienes escrita una novela policiaca? El departamento de valoración de Azur Grupo Editorial estará encantado de valorar tu obra sin ningún tipo de compromiso. Para pedir mas información accede a : CONTACTO.
(Puedes escribir a info@azureditorial.com o llamar al: 950114708 o 693561138)